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sábado, 25 de abril de 2015

¿Qué es la Osteopatía?¿Qué es un osteópata?



Muchas veces, los pacientes me preguntáis ¿Qué es la Osteopatía?¿Qué es un osteópata? Y hasta ahora, era la pregunta que más temía que me hicierais, por que yo no lo tenía muy claro, por que no es fácil de explicar...

La osteopatía comienza en Estados Unidos, por un médico, el doctor Andrew Taylor Still. En 1874, Still trató su primer caso de disentería hemorrágica en un niño de cuatro años en el que observaba que tenía el abdomen blanco y muy duro y por el contrario la zona lumbar roja y muy caliente lo que le llevo a pensar que el problema era óseo y lo trató, desde este punto de vista osteopático, con gran éxito, lo que supuso el despegue definitivo de la osteopatía. A partir de 1892 se funda la primera universidad de medicina osteopática en Estados unidos, dónde un médico osteópata o doctor en medicina osteopática (D. O., por sus siglas en inglés) es un médico con licencia para practicar la medicina, llevar a cabo cirugías y prescribir medicamentos. La osteopatía pasó de Estados Unidos a Gran bretaña, de ahí al resto de Europa y del mundo.

En España no hay reconocimiento oficial a esta titulación. Esto genera un problema, que por esta falta de regulación de los estudios de formación en Osteopatía, existen cursos con una exigencia formativa muy variada. Desde cursos de fin de semana, hasta las formaciones que cumplen con los estándares europeos. En el caso de la Escuela de Osteopatía de Madrid (EOM), donde yo me formé, cumple con estos estándares de formación europeos, es decir, 175 créditos ECTS (4375 horas)
La práctica de la osteopatía, está amparada por varias profesiones sanitarias.  En mi caso, es  la diplomatura en fisioterapia, requisito previo imprescindible para cursar estudios en la EOM, la que me capacita legalmente para el ejercicio profesional de la osteopatía.

¿Y en que se basa el concepto osteopático?


El cuerpo humano, es una comunidad de bacterias que conviven en base a un beneficio común, la supervivencia. Estas bacterias se desarrollan a partir de la unión de dos células, procedentes de nuestros padres. Desde ese momento, se van multiplicando dentro del cuerpo de la madre. Los grupos de células formaran los órganos y los sistemas, cooperando unos con otros para asegurar la subsistencia. Si todo va bien, el bebé nacerá. Y su sistema celular seguirá desarrollándose y multiplicándose, y  ya no va a dejar dejar de hacerlo, hasta la muerte.

Desde el momento de la concepción, pueden pasar accidentes que alteren tanto la disposición como la función de esos grupos organizados de células. Generalmente, el sistema celular se adapta a esos eventos con un coste más o menos importante, y si no es capaz de adaptarse, muere. La enfermedad, es un intento de adaptación, que según su gravedad dejará unas secuelas más o menos aparentes en el funcionamiento y/o estructura del cuerpo.

La osteopatía trata de minimizar el impacto de estas alteraciones en los diferentes sistemas que componen el cuerpo humano, desde su desarrollo fetal, hasta la vejez.

En mi consulta, tiene una gran importancia el relato de la historia lesional del paciente, no sólo la actual, también los hechos pasados, independientemente del tiempo transcurrido desde que se produjeron. Estos relatos son fundamentales para hacerme una idea de lo que le ocurre al paciente.
Después se pasa a una evaluación del paciente, para ir aproximándome más a un diagnóstico del problema que le aqueja al paciente. Y estos problemas pueden ser muy variados, ya que cualquier estructura en el cuerpo, puede verse afectada o dañada.

Una vez hecha esa aproximación diagnóstica se procede al tratamiento. En mi caso, las técnicas que empleo son manuales. Estas técnicas, están dirigidas a restaurar el normal funcionamiento de las estructuras del paciente. Por ejemplo, un paciente puede venir aquejado de dolor en la parte baja de la espalda, y este dolor estar ocasionado por un problema muscular, de las articulaciones entre las vértebras,  del funcionamiento en el riñón, o por un problema emocional. Muchas veces, lo más común, suele ser una mezcla de factores. Con las técnicas de la osteopatía, tratamos de mejorar el movimiento de los músculos, articulaciones, arterias y venas, órganos internos... Si todo se mueve mejor, todo funciona mejor. Aquí podéis profundizar más en el conocimiento de esta disciplina, y en el siguiente vídeo, podéis ver un ejemplo de las técnicas osteopáticas.
Una última nota, la osteopatía tiene sus limitaciones, por eso la necesidad de completarla con una red de colaboradores expertos en otras áreas, yo tengo el orgullo de estar rodeado de excelentes profesionales, aquí puedes verlos.





viernes, 28 de febrero de 2014

El dolor del duelo

Desde que tengo uso de razón el dolor más intenso que he sufrido, y que más me hizo llorar, ocurrió una mañana muy temprano cuando desayunaba con mi hermana antes de ir al colegio. Tenía yo, por aquel entonces 8 años, y mi madre nos comunicó la noticia de que mi abuelo José Gabriel se había muerto. El momento de la mañana que más me gustaba a mí era el recreo, jugando a lo que fuera en el patio del colegio. Ese día me lo pasé entero llorando, sin poder parar, con una sensación de profundo ahogo y desconsuelo, parte de ese dolor fue compartido con mi primo Iñigo.  Anduvimos juntos, deambulando erráticamente por el adoquín de los Maristas de Pamplona. Esa mañana fría, en la que descubrí qué era el dolor del alma. Ese dolor lo sentí hasta en la última célula de mi cuerpo. Quizás fue el mismo dolor que él mismo sintió, al igual que el resto de mi familia años antes, al enterarse de la muerte de su hijo José en un accidente de tráfico.

Nuestros sentimientos, emociones, sufrimientos no son una nube que se cierne sobre nuestras cabezas, son corporales, algo físico, se vehiculan a través de nuestras neuronas, tejidos, células, sistema límbico, vísceras. Toda esa emoción es transmitida, asimilada y “digerida” por nuestro cuerpo, por medio de entre otras estructuras, por nuestro procesador central, el cerebro, y sus sucursales, las vísceras.

El encargado de regular las emociones en el cerebro es el sistema límbico, y al igual que la retina es la encargada de captar la luz que luego se transformará en imágenes en el cerebro. Tenemos unos captores emocionales en las vísceras, como así nos lo demuestra el neurocientífico  portugués premiado con el Prícipe de Asturias en 2005, Antonio Damasio.

En mi caso, “digerir” la muerte de mi abuelo me llevó años, en su día no puede despedirme de mi abuelo, y me llevó muchos años poder hacerlo. Esas emociones permanecieron “enquistadas” muchos años. Hasta que gracias a la Liberación Somato Emocional puede cerrar ese proceso. Pensaba que con más de 30 años ya no me quedaban, pero... "Salid sin duelo, lágrimas, corriendo".

Así que, una vez más, se hace cierta la frase que dijo Guillermo Borja: "La neurosis del terapeuta es la alternativa para la curación del paciente". Y desde entonces, en consulta, veo casos en los que el dolor del paciente tiene que ver con el proceso de duelo y por una nula o insatisfecha despedida.
A veces por repentina o inesperada ausencia de un ser querido, o bien por imposibilidad expresar nuestras emociones, o no ser del todo francos, podemos dejar "causas abiertas", que luego cargamos durante años.
Con la terapia manual, combinada con la terapia gestalt, llamada Liberación Somato Emocional por el Dr. Upledger. se da la oportunidad de abordar el proceso de duelo con personas ausentes y en cierta manera cerrar ese proceso.
 Un ejercicio práctico que podemos hacer es la "silla vacía" que realizaba Firtz Perls, creador de la Terapia Gestalt. Esta consiste en colocarnos frente a una silla vacía en la que "sentamos" a esa persona con la que tenemos pendiente algo. Y realizar un dialogo y poder decirle de viva voz, aquello que en su día, por lo que  sea, no pudimos. Y en cierta manera poder aligerar esa carga, de reproches, remordimientos, tristeza, dolor... lo que sea que nos salga.
Hay que tener en cuenta que si uno no está seguro de poder controlar este ejercicio práctico, siempre es mejor pedir ayuda a profesionales sanitarios que puedan sostener este ejercicio, en Osteopatía Archanco, te podemos ayudar en tu proceso de Liberación Somato Emocional.
Hace una semana te fuiste Borja, este post es mi despedida y homenaje a tu pundonor y ganas de vivir, descansa en paz. Adéu.

sábado, 9 de noviembre de 2013

La terapia Gestalt

Este pasado mes de octubre cerré mi formación como terapeuta gestáltico, tras casi 4 años de terapias individuales y grupales. Pero es difícil explicar una terapia que el propio Firtz Perls, creador de la misma, la definía como ateórica.

La terapia Gestalt es una terapia que tiene como objetivo, además de ayudar al paciente a sobreponerse a síntomas, permitirle llegar a ser más completa y creativamente vivo y liberarse de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen la satisfacción óptima, autorrealización y crecimiento.

En realidad se nutre de muchas corrientes filosóficas y psicológicas, que hacen de la terapia gestalt una de las vertientes de la psicología humanista (o Tercera Fuerza), la cual se caracteriza por no estar enfocada exclusivamente a tratar a enfermos y las psicopatologías, sino también para desarrollar el potencial humano.

A diferencia de otros enfoques, la terapia Gestalt se enfoca más en los procesos que en los contenidos. Pone énfasis sobre lo que está sucediendo, se está pensado y sintiendo en el momento, por encima de lo que fue, pudo haber sido, podría ser o debería estar sucediendo.

Utiliza el método del darse cuenta («awareness» ) predominando el percibir, sentir y actuar. El paciente aprende a hacerse más consciente de lo que siente y hace. De este modo, va desarrollando su habilidad para aceptarse y para experimentar el «aquí y ahora» sin tanta interferencia de las respuestas fijadas del pasado.

Toda la vida y el comportamiento humano son gobernados por un proceso de homeostasis o adaptación mediante el cual todo organismo busca su equilibrio y satisface sus necesidades. Cuando el proceso de autorregulación homeostática falla, el organismo permanece en estado de desequilibrio. Entonces es incapaz de satisfacer sus necesidades y se enferma.

El ser humano es un organismo unificado (concepto holístico), por lo tanto debemos tratar al hombre en su totalidad. Actividad mental y actividad física son dos niveles que corresponden a órdenes diferentes de materia y no a una división mente-cuerpo. Es aquí donde yo encuentro el punto de unión con la terapia manual, ya que muchas veces ocurre que en estas desadaptaciones ocasionadas por desórdenes mentales, se llega llega a alterar la estructura y funciones corporales.

En el proceso de la formación en terapia gestalt tuvimos que hacer una serie de trabajos, os dejo con el trabajo que realicé para intentar explicar de otra manera la psicoterapia Gestalt, ya que una imagen vale más que mil palabras:

Primera parte:
http://vimeo.com/79567277

Segunda parte:
http://vimeo.com/80109018

Tercera parte:
http://vimeo.com/80643751


Por cierto, ¿cuantos rostros has visto en la imagen de arriba?

jueves, 25 de julio de 2013

Genética y epigenética


Hablar de genética y de epigenética se me hace muy complicado, el tema es demasiado complejo para poderme explicar en términos estrictamente científicos y hacerme entender. Así que intentaré simplificarlo y hacerlo en términos más comunes, a ver que sale...

Desde que una célula sexual femenina se une a una célula sexual masculina, de forma natural o en laboratorio, o incluso siendo clonada. Se produce una rápida replicación de las mismas hasta conformar un ser que ya es viable y puede continuar su crecimiento extrauterino.

Como ya he dicho en otras entradas, y no me cansaré de  repetir, el cuerpo humano es una comunidad de bacterias ( unos 10 billones de células) que trabajan de manera más o menos coordinada en pos de un bien común, la supervivencia.

Esto es gracias a la programación que existe dentro de las células, la genética. Cada una de estas células lleva en su interior una copia exacta del genoma, que funciona como un libro de instrucciones para el funcionamiento de cada tejido. Es el universo del genoma humano, una cadena con 3.000 millones de eslabones que conforma el ADN. Y a la influencia ambiental, la epigenética.

El otro día mi anterior móvil, o como lo llaman en Sudamérica, celular, se me estropeó y fui a comprar otro.
Yo estaba muy contento con mi anterior móvil, me había adaptado a su manejo, sus funciones etc , y me daba pereza el cambio, pero al ver el nuevo, me explicaron sus características, que mejoraban al anterior modelo, todas sus posibilidades de uso, sus aplicaciones... claro, un avance de un par de años de evoluciones tecnológicas.  Los ingenieros de las compañías tienen que realizar cambios sobre el diseño para, con la tecnología disponible, el modelo, mute. Cada generación de móviles cambia con respecto a la anterior, se adapta a las necesidades de los usuarios.

Cuando me dieron mi nuevo terminal, vino con una información básica, con unas órdenes concretas, que hay que ejecutar, para que empiece a funcionar, ponerle la tarjeta sim de la compañia... y a partir de ahí según mis necesidades, y mis elecciones, yo voy modificando el contenido básico, le pongo una carcasa de protección, me bajo el whatsapp, los pájaros enfadados golpean a los cerdos, una linterna... todas las aplicaciones, de tal manera que mi móvil se va adaptando a mis preferencias.

A nuestro cuerpo le pasa algo similar, tiene una carga básica de información inscrita en el ADN del núcleo celular, eso es la genética, y a medida que nuestro ambiente nos va cargando de información, esa información se va activando o desactivando. Es decir al igual que yo puedo utilizar en mi móvil la aplicación del tono de llamada x, las células pueden activar un gen según se modifique la información del entorno. De eso se encarga la epigenética, del estudio de las circunstancias que hacen que un determinado gen se active o no.

Por eso nosotros podemos tener una determinada predisposición genética a una enfermedad y no llegar a desarrollarla por que esos genes no se activan, y al revés.

Sabemos, por ejemplo, que un móvil o un ordenador, puede verse afectado por un virus informático y verse inutilizado en sus funciones. En el cuerpo humano pasa igual, un virus puede hacernos que la información cambie y provoque una enfermedad con un componente genético, como el virus del papiploma humano. O bien, gracias a la epigenética, podemos estudiar el paciente y crearle un virus que modifique la información en sus células y así tratar una enfermedad genética como en algunos tipos de cáncer o en la fibrosis quística.

El Institut de Biología Molecular de Barcelona es uno de los centros más avanzados en terapia génica.
Es importante tener en cuenta que si modificamos el entorno, podemos modificar la información, a veces un pequeño cambio puede ser el click que active o desactive un gen. En Osteopatia Archanco hacemos todo lo posible por ayudar al paciente a facilitarle a llevar adelante sus tratamientos. Con el apoyo que supone la terapia que tiente en cuenta el componente biopsicosocial del paciente. A veces las personas también nos tenemos que resetear, para limpiar toda la información que ya no nos es útil. Un saludo.