domingo, 19 de agosto de 2018

¿Por qué lloran los bebés?

¿Por qué lloran los bebés?

La respuesta corta: porque lo necesitan.

Ahora, una explicación más detallada...

En muchas visitas a mi consulta, es común escuchar la frase: “No sé qué le pasa a mi bebé, llora y llora sin motivo aparente, y parece que nada lo calme...”

Entonces, ¿por qué lloran los bebés?

El llanto: un mecanismo fisiológico necesario

El llanto es una respuesta fisiológica y necesaria ante un estímulo interno o externo que genera incomodidad en el bebé. Puede deberse a hambre, sueño, frío, calor, dolor, cólicos, miedo, mocos, entre otros factores.

Se ha demostrado que los bebés comienzan a llorar incluso en el útero materno; se ha detectado este comportamiento desde la semana 28 de gestación. Esto nos indica que el llanto es un mecanismo innato y fundamental para la supervivencia.

Un bebé necesita tener sus necesidades básicas cubiertas y, cuando esto no sucede, lo expresa a través del llanto. Tal como lo planteaba Abraham Maslow en su teoría de la pirámide de necesidades, en la base están las necesidades fisiológicas y, en la cúspide, la autorrealización.

Luego regresaré un poco a la pirámide de Maslow.

El llanto como alarma biológica

El llanto del bebé es percibido por los cuidadores como una señal de alarma que activa una respuesta inmediata, especialmente en las madres. Este sonido se considera uno de los más desagradables para el oído humano, lo que nos empuja biológicamente a atender al bebé y garantizar su bienestar.

Este ciclo de reposo-estímulo-llanto-estrés-atención-acción-vuelta al reposo es crucial para la adecuada integración de la experiencia y el desarrollo del bebé (ver ciclo de Zinker).

La respiración y la mecánica ventilatoria del llanto

El primer llanto del bebé no ocurre en la sala de partos; el bebé ya venía practicando este reflejo dentro del útero. Este llanto inicial ayuda a expandir el tórax, vaciar el líquido amniótico y comenzar a respirar aire, iniciando el proceso de oxigenación.

Este momento es crucial, ya que el tipo de parto puede influir en la mecánica respiratoria del bebé, determinando si su respiración será nasal u oral, así como la capacidad de los volúmenes respiratorios y el correcto funcionamiento de la musculatura respiratoria y bronquial.

El llanto también cumple una función importante en la ventilación pulmonar. Durante el llanto se produce un aumento del lagrimeo, lo que ayuda a fluidificar secreciones y tiene un efecto bactericida en las vías nasales. Además, se incrementa la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, lo que mejora la perfusión de gases (entrada de oxígeno y eliminación de CO2).

Cuándo el llanto es una señal de alerta

Si bien el llanto es un mecanismo natural, ciertas alteraciones pueden indicar problemas médicos, como insuficiencia respiratoria o la antesala de una bronquiolitis. Señales de alarma incluyen:

  • Disminución de la frecuencia respiratoria.

  • Reducción de la frecuencia cardíaca.

  • Aleteo nasal.

  • Uso de los músculos cervicales y cabeceo.

  • Disminución de ruidos respiratorios.

  • Quejido espiratorio.

  • Disbalance toracoabdominal.

  • Irritabilidad extrema.

  • Cianosis (coloración azulada en labios o piel).

En estos casos, es fundamental acudir de inmediato al pediatra.

El llanto como mecanismo de limpieza

El llanto también ayuda a movilizar y expulsar secreciones de las vías respiratorias. Sin embargo, algunos bebés no logran hacerlo por sí solos y pueden requerir ayuda en consulta. En estos casos, una o dos sesiones suelen ser suficientes para obtener resultados significativos.

Puedes ver un caso de mi consulta aquí: Instagram

Conclusión

Volviendo a la pirámide de Maslow, una de las necesidades fisiológicas básicas es el hambre. En ausencia de patología, el llanto del bebé suele estar relacionado con esta necesidad. Sin embargo, por encima de esto está la respiración. Si un bebé tiene dificultad para respirar y se le coloca al pecho sin antes haber resuelto su problema respiratorio, se encontrará en una situación complicada (boca ocupada con el pecho y nariz taponada). Por ello, es crucial asegurarse de que primero pueda respirar bien antes de alimentarlo.

Recomendaciones:

  • Ante cualquier duda, consulte con su pediatra.

  • Dejar llorar al bebé, siempre en brazos y atendido, puede ayudar a deshacerse de secreciones. Se recomienda esperar un minuto y observar si tose.

  • Si hay tos, atragantamiento o llanto durante la toma, verticalizar al bebé.

  • La posición vertical favorece la buena ventilación y la adecuada posición de la laringe.

  • El porteo (pañuelos, bandoleras, mochilas) favorece la verticalización, mejora la respiración, brinda seguridad y fortalece el vínculo con el bebé.

El llanto es inherente a nuestra especie y constituye la principal vía de expresión emocional de los bebés. A veces, es necesario para mantener las vías respiratorias despejadas.

Por algo será tanto lloro...

 Os recordamos que estamos en Pamplona, en el nº 9 de la avenida de Sancho el Fuerte. Y que puedes visitar nuestra página: www.osteopatia-archanco.com






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